Quise ser auténtica conmigo misma, y me dije que no podía mentirles en mis relatos…total, no son mas que la mismísima realidad volcadas al papel…
Una noche en que Monotributo no llegó a mi cuarto, me di un baño de inmersión, y entre el agua caliente y lo jabonoso de mi piel, surgieron fantasías altamente eróticas en mi mente…
Lo imaginaba desesperado por tocarme, entrando con urgencia a mi estancia y solicitando mi húmeda lengua…quería poseerme, hasta el último rincón de mi húmedo deseo…
Así fue como llegó mi primer orgasmo, lento, deseado, largo y satisfactorio.
Seguí con mi imaginación amando a mi adorado, único y deseable Monotributo, cuando me toqué los pezones y sentí como se endurecen, como toman tonicidad…
Cada toque, cada caricia, eran una prolongación de los dedos de el, y me movía como una culebra dentro de la bañera…
No podía.
No aguantaba…deseaba soltar ese orgasmo también…
Solo sus dedos, su lengua en mi vulva, lamiendo mi clítoris con rapidez provocaban esos orgasmos monumentales…
Este deseo de tenerte y que no estés mi señor…
Una noche en que Monotributo no llegó a mi cuarto, me di un baño de inmersión, y entre el agua caliente y lo jabonoso de mi piel, surgieron fantasías altamente eróticas en mi mente…
Lo imaginaba desesperado por tocarme, entrando con urgencia a mi estancia y solicitando mi húmeda lengua…quería poseerme, hasta el último rincón de mi húmedo deseo…
Así fue como llegó mi primer orgasmo, lento, deseado, largo y satisfactorio.
Seguí con mi imaginación amando a mi adorado, único y deseable Monotributo, cuando me toqué los pezones y sentí como se endurecen, como toman tonicidad…
Cada toque, cada caricia, eran una prolongación de los dedos de el, y me movía como una culebra dentro de la bañera…
No podía.
No aguantaba…deseaba soltar ese orgasmo también…
Solo sus dedos, su lengua en mi vulva, lamiendo mi clítoris con rapidez provocaban esos orgasmos monumentales…
Este deseo de tenerte y que no estés mi señor…
MINERVA